Cuando lo ordinario se convierte en extraordinario
Imagina a Moisés, sosteniendo una simple vara en sus manos. Para cualquier persona, podría haber parecido un simple trozo de madera. Pero, así como Dios le había ordenado, Moisés levantó la vara y los mares se separaron, revelando un camino de salvación.
¿Cuál es nuestra "vara" de hoy en día? La Torre de Transmisión de KVMV.
Al igual que esa vara, la torre, en esencia, es una estructura simple — metal y cables que se extienden hacia el cielo. Sin embargo, cuando se usa para los propósitos de Dios, se convierte en un faro de esperanza, transmitiendo las buenas nuevas de Jesús a innumerables personas.


La Torre: Una Historia De Resistencia
Construida en 1987, nuestra querida torre de KVMV ha enfrentado muchos desafíos. Con una altura de casi 1,200 pies, su exterior soportó la peor de los vientos salados provenientes del mar, dañando su pintura y corroyendo su metal. ¿Su mantenimiento? Nada menos que un desafío.
A pesar de las dificultades y de una vida útil típica de 20 años para estas estructuras, la torre de KVMV, por la gracia de Dios, se ha mantenido en pie durante casi cuatro décadas, difundiendo continuamente el evangelio.
Tiempo De Renovación
Ha llegado el momento de mirar hacia adelante. Para garantizar que ese faro siga brillando y que el mensaje de esperanza permanezca intacto, debemos levantar una nueva torre.
Este es nuestro momento. Así como Moisés levantó su vara, ahora tenemos la misión de levantar un nuevo faro a los cielos.

